Plot
Las viejas ideologías mueren, las deudas con el banco aumentan y nuestros hijos ya han empezado a hacer preguntas impertinentes: el mundo entero parece desmoronarse a nuestros pies, y sin embargo ellos siguen ahí, cómodamente echados en el sofá o deambulando por el pasillo en busca de algo o alguien que se digne alegrar sus días de ocio. Ellos son ni más ni menos que los animales domésticos, esos intrusos que con sus aullidos, maullidos y desaforados gorjeos han convertido la ciudad en una jungla de asfalto donde abundan los excrementos perrunos y faltan los buenos modales. Mucho se podría decir de las relaciones del ciudadano de a pie con esos cuadrúpedos amantes de nuestras pantorrillas, que obedecen sin rechistar las órdenes de sus amos y suelen practicar la antigua costumbre de la fidelidad, hoy en desuso entre los humanos. Manuel Delgado, que algo sabe de bichos y de hombres, nos revela la verdad, toda la verdad, sobre la traviesa naturaleza de la fauna urbana que nos acecha y las oscuras intenciones de sus amos y señores