Plot
Japón, década de los 20. Setsuko Tsuda ha alcanzado la mayoría de edad y ha completado su formación como maiko. Con un shamisen como compañero, una especie de guitarra de tres cuerdas que acompaña el canto de las geishas, Setsuko se refugia en la música a la vez que se enfrenta a las dificultades del mundo adulto y severo en el que la obligaron a vivir. El sonido del shamisen es la clave de acceso al autoconocimiento y la armonía de las cosas, un eco que resonará siempre en la profesión y la vida de Setsuko.
Cristian Perrissin y Christian Durieux retratan a una sociedad extremadamente estricta con una sensibilidad que dibuja perfectamente la apertura de costumbres de un país a través de las vivencias de una joven en busca de su libertad